martes, 26 de febrero de 2013

Los robots avanzan sobre la economía mundial


Marcelo Justo
BBC Mundo

Robot






















































































jueves, 21 de febrero de 2013

¿Hay lugar para Dios en el Big Bang?


El descubrimiento del bosón de Higgs está tan fresco que la exhibición en el museo de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (Cern) no se ha actualizado todavía.
En la obra expuesta -un cortometraje que proyecta imágenes del nacimiento del Universo en una enorme pantalla- el narrador pregunta: "¿Encontraremos el bosón de Higgs?"
Ahora que finalmente ha sido visto -un descubrimiento científico que nos acerca más que nunca a los primeros momentos después del Big Bang- Cern ha abierto sus puertas a eruditos que toman un enfoque muy diferente hacia la pregunta de cómo se creó el Universo.
El 15 de octubre, un grupo de teólogos, filósofos y físicos se reunió dos días en Ginebra para hablar sobre el Big Bang.
¿Qué ocurrió cuando personas de tan distintas visiones del Universo se sentaron a discutir?
"Me di cuenta que era necesario discutirlo", dijo Rolf Heuer, director general de Cern.
"Necesitamos, como científicos ingenuos, discutir con filósofos y teólogos la época anterior al Big Bang".

Antes del Big Bang

Ciencia y fe

La primera persona en proponer la teoría del Big Bang fue un sacerdote católico. Georges Lemaitre también era profesor de física en la Universidad Católica de Lovaina cuando, en 1931, propuso en un documento académico que el Universo en expansión debía haberse originado en un punto finito en el tiempo. Sus intereses religiosos eran para él tan importantes como su ciencia, y fungió como presidente de la Academia Pontificia de Ciencias desde 1960 hasta su muerte en 1966.
Charles Darwin, de quien se puede decir que detonó el debate de religion vs. ciencia, luchó con su propia fe. Darwin creció en la fe anglicana y en sus diarios de exploración en su barco, el Beagle, incluso se refirió a sí mismo como "bastante ortodoxo". En su autobiografía, Darwin escribió: "El misterio del principio de todas las cosas es insoluble para nosotros; y por mi parte me debo conformar con permanecer como agnóstico".
Uno de los organizadores de Cern de esta inusual reunión fue Wilton Park, un foro global establecido por Winston Churchill.
Es una organización usualmente asociada con discusiones de alto nivel sobre política global e incluso intercambios confidenciales sobre asuntos de seguridad internacional, lo cual quizás enfatiza cuán seriamente toma Cern este encuentro.
Pero la misma idea de un "tiempo antes del Big Bang" es un territorio imposible para los físicos.
Es una zona de pura especulación; antes del tiempo y el espacio como los científicos los entienden, y donde las leyes de la física se rompen completamente.
Entonces ¿lo hace eso un ámbito en el que se puedan entender la ciencia y la religión?
Uno de los participantes más francos, Lawrence Krauss, un físico teórico y director del Proyecto Orígenes en la Universidad Estatal de Arizona, afirma que definitivamente no.
"Uno tiene la impresión de una reunión como esta que a los científicos les importa Dios; pero no", indica.
"No puedes refutar la teoría de Dios".
"El poder de la ciencia es incierto. Todo es incierto, pero la ciencia puede definir esa incertidumbre".
"Por eso la ciencia progresa y la religión no".
Pero la sugerencia de que ciencia y religión son fundamentalmente incompatibles fue un motivo de discordia durante la reunión.
John Lennox, profesor de matemáticas en la Universidad de Oxford, también se declara cristiano. Él piensa que le solo hecho de que los seres humanos puedan hacer ciencia es evidencia para Dios.
"Si los ateos tienen razón en que la mente hace ciencia... es el producto de un proceso no guiado sin sentido".
"Ahora, si supieras que tu computadora es producto de un proceso no guiado sin sentido, no confiarías en ella".
"Por eso, para mí el ateísmo socava la racionalidad que necesito para hacer ciencia".
Pero este debate aparentemente insoluble de Dios versus ciencia fue sólo una parte del encuentro.
Heuer expresó que deseaba que los participantes "desarrollaran un entendimiento común" de la visión de los demás.
Pero incluso intercambiar ideas fue por momentos engorroso; científicos y filósofos suelen hablar lenguajes muy diferentes.

Educarse mutuamente

Partícula de Higgs
El descubrimiento de una "partícula de Higgs" precedió este encuentro de religiosos y científicos.
Andrew Pinsent es director de investigación en el Centro Ian Ramsey para la Ciencia y la Religión de la Universidad de Oxford. También es un físico entrenado que alguna vez trabajó en Cern.
"Tenemos que educarnos mutuamente en los términos que usamos", dice.
Por ejemplo, explica, "los filósofos han estado discutiendo el significado de la [palabra] verdad durante siglos".
Pero para muchos físicos, usar esa palabra es un territorio incómodo cuando hablan de lo que sabemos sobre el Universo y el Big Bang.
Krauss afirma que la palabra está en el centro de "una de las diferencias fundamentales entre ciencia y religión".
"Quienes son religiosos creen que conocen la verdad", indica.
"Y saben la respuesta antes de que se haga la pregunta. En cambio, con los científicos es exactamente lo contrario".
"En la ciencia, aunque usamos la palabra verdad, lo que realmente importa es si funciona".
"Por eso es un asunto sensible, porque si sabes la verdad, no necesitas lidiar con esta preguntita de si algo funciona o no".
A pesar de la barrera de visiones opuestas del mundo y léxicos incompatibles, Pinsent cree que colaborar con la filosofía podría ayudar a la ciencia a enfrentar mejor las preguntas muy grandes.
"No ha habido nuevos avances conceptuales en la física en un cuarto de siglo", afirma.
Agrega que esto es en parte porque la ciencia en aislamiento "es muy buena para producir cosas" pero no para producir ideas".
Invoca a Einstein como ejemplo de un científico verdaderamente filosófico.
"Empezó formulando las preguntas que haría un niño", puntualiza Pinsent, "como '¿qué sería cabalgar sobre un rayo de luz?'"
Y Heuer acepta la idea de llevar filosofía al mismo Cern.
"No iría tan lejos como dejarlos hacer experimentos aquí", bromea, "pero no tendría ningún problema en tener un filósofo residente".

¿Demasiado especializado?

Big Bang
La misma idea de un "tiempo antes del Big Bang" es un territorio imposible para los físicos.
La principal conclusión del evento fue simple: seguir hablando.
"Enfrentamos un problema en nuestra cultura de hiperespecialización", señala Pinsent.
"Esta ignorancia de otros campos puede causar problemas, como una carencia de cohesión social".
Y aunque Krauss dijo que la reunión se sintió a ratos como "gente que no se puede comunicar al tratar de comunicarse", incluso ve algún valor en este intercambio algo esotérico.
"Mucha gente de fe ve la ciencia como una amenaza", indica.
"No creo que la ciencia sea una amenaza, así que es útil para los científicos mostrar que no lo ven necesariamente de esa manera".
Como dijo un colaborador durante el encuentro: "la religión no agrega a los hechos científicos, sino da forma a nuestra visión del mundo".
Y como Cern está buscando pistas sobre cómo existió el mundo para empezar, desea ver cómo sus descubrimientos encajarían en cualquier visión del mundo.



Un nuevo universo podría sustituir al actual


Científicos aseguran que podrían ser capaces de determinar el destino final del cosmos mientras investigan las propiedades del bosón de Higgs.
El concepto, conocido como falso vacío, podría resultar, dentro de millones de años, en un nuevo universo que sustituya al actual.Todo depende de algunos números precisos relacionados con el bosón de Higgs que los investigadores están tratando de determinar.
Una partícula parecida al Higgs fue vista por primera vez en el Gran Colisionador de Hadrones (GCH) el año pasado.
Asociado con un campo de energía que permea todo el espacio, el bosón ayuda a explicar la existencia de masa en el cosmos. En otras palabras, respalda el trabajo de toda la materia que vemos a nuestro alrededor.

Universo cíclico

Desde que descubrieron la partícula en sus experimentos de aceleración, los investigadores del laboratorio de Ginebra y de instituciones relacionadas de todo el mundo han comenzado a teorizar acerca de las implicaciones del Higgs para la física.
Una idea los científicos están manejando es la posibilidad de un universo cíclico, en el que -de vez en cuando- el espacio se renueva por completo.
"Resulta que se puede hacer un cálculo en el Modelo Estándar de la física de partículas, una vez que se conozca la masa del bosón de Higgs", explicó el doctor Joseph Lykken.
"Si utilizamos toda la física que conocemos ahora y hacemos este sencillo cálculo, tenemos malas noticias".
"Lo que sucede es que sólo obtenemos una fluctuación cuántica que hace que una pequeña burbuja del vacío del universo realmente quiera estar adentro. Y como es un estado de baja energía, esta burbuja se expandirá, básicamente a la velocidad de la luz, llevándose todo lo que consiga", dijo a la BBC el teórico del Laboratorio Nacional Fermi.
No es algo de lo que tengamos que preocuparnos, señaló. El Sol y la Tierra ya habrán desaparecido para entonces.
Lykken participó en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) que se llevó a cabo en Boston.

Datos de colisión

¿Qué es un electronvoltio?

Electronvoltio
  • Las partículas cargadas tienden a acelerarse en un campo eléctrico, que se define como un potencial eléctrico -o voltaje- extendido en una distancia.
  • Un electrónvoltio (eV) es la energía adquirida por un electrón aislado, mientras acelera a través del potencial de un voltio.
  • Es una unidad de medida conveniente para los aceleradores de partículas, a través de potenciales eléctricos mucho más altos.
  • Los primeros aceleradores sólo crean racimos de partículas con una energía de aproximadamente un millón de eV.
  • El GCH puede alcanzar energías de partículas un millón de veces más altas: hasta de varios teraelectronvoltios (TeV).
  • Es sólo la energía que emplea un mosquito al volar.
  • Los rayos de electrones del GCH incluyen cientos de miles de millones de estas partículas, que viajan a 99.99999999% de velocidad de la luz.
El bosón fue descubierto entre los escombros resultantes de las colisiones de partículas de protones en el anillo acelerador gigante del Gran Colisionador de Hadrones.
Los datos recogidos por dos detectores independientes que observaron a estos restos subatómicos determinaron que la masa del Higgs es de unos 126 gigaelectronvoltios (GeV).
Eso fue fascinante, dijo el profesor Chris Hill de la Universidad Estatal de Ohio, porque el número estaba justo en la región en donde el problema de la inestabilidad se volvía relevante.
"Antes de que lo supiéramos, el bosón de Higgs podría haber sido cualquier masa en un rango muy amplio. Y lo que es sorprendente para mí es que de todas las posibles masas de 114 a varios cientos de GeV, encajó justamente en los 126 -justo en la línea crítica- por lo que ahora tendremos que realizar una nueva medición mucho más precisa para hallar el destino del Universo", dijo.
El profesor Hill es parte del experimento CMS (Solenoide compacto de muones), uno de los dos detectores de partículas del Gran Colisionador de Hadrones. Este es uno de los detectores que está a la caza del Higgs. El Atlas es el otro.
Los científicos todavía tienen que revisar alrededor de un tercio de los datos de colisión que tienen en su poder. Pero probablemente necesitarán mucha más información para eliminar las incertidumbres relacionadas con la medición de la masa del Higgs y sus otras propiedades.

Unos cuantos años más

Hasta que eso ocurra, los científicos no están dispuestos a concluir definitivamente las investigación del bosón y por ello a menudo prefieren decir simplemente que han encontrado una partícula del Higgs.
Por ahora, el GCH ha sido clausurado para llevar a cabo importantes programas de reparaciones y mejoras.
"Creo que harán falta varios años después de que el LHC comience a funcionar de nuevo, en 2015, para que las mediciones sean absolutamente definitivas", reconoció el doctor Howard Gordon, del Laboratorio Nacional de Brookhaven y miembro de la Colaboración Atlas.
"El GCH estará fuera de servicio por dos años para hacer ciertas reparaciones, fijar los empalmes entre los imanes y realizar el mantenimiento y esas cosas. Así que, cuando comience a andar de nuevo en 2015, tendremos una energía más alta, lo que significa que podremos obtener más datos sobre el Higgs y otras partículas. Ello nos abrirá una ventana más grande de oportunidades para el descubrimiento. Para poner los puntos sobre todas las íes, tendremos que esperar unos cuantos años más".
Si se consigue calcular el falso vacío, resucitará la vieja idea de que el universo producto del Big Bang que observamos hoy en día es la última versión de un ciclo permanente de acontecimientos.
"Creo que esa idea cada vez consigue más y más tracción", dice Lykken.
"Es mucho más fácil explicar un montón de cosas si lo vemos como un ciclo. Si tuviera que apostar dinero, diría que la idea cíclica es la correcta", dijo a la BBC.
Bosón de Higgs
El modelo estándar y el bosón de Higgs